El poder de la voluntad es superior a la voluntad del poder de hacernos perder la voluntad.

La vida en si misma no tiene sentido ni valor ni finalidad, solo nosotros a lo largo de nuestra existencia le brindamos un sentido, le damos un valor y le asignamos una finalidad. Todo lo que nos dicen que debe ser la vida, carece de "valor y sentido"; la vida debe ser lo que elijamos que sea.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Breve reflexión sobre Freud y Nietzsche

A partir de leer a Freud, brota en mi la comparación con Nietzsche. Me resulta ineludible construir lazos entre estos psicólogos que lucharon por desocultar las profundidades de la mente, ambos reflexionaron sobre las consecuencias de la represión de los instintos (o pulsiones en Freud). Y sobre este tema tratara mi breve reflexión.
La obra de estos gigantes del pensamiento nos conduce a ver los fenómenos, en donde intervienen seres humanos, de otra manera. Veamos hasta que senderos nos conduce su pensar…

Combaten con su crítica a la ingenuidad (o hipocresía) de aquellos que sostienen que los humanos son seres “buenos” y altruistas por naturaleza. Demostrando que en realidad, los humanos no nacen “buenos”, sino que se hacen dóciles, “racionales”, piadosos y pasivos debido a la influencia de la educación. Esta genera una reforma del carácter, transformando a la criatura egoísta, que es puro instinto, en un ser social, es decir, domesticado.

Los instintos irracionales (crueles, violentos, egoístas, “malignos”) que dominan a los humanos en los comienzos de su existencia, son reprimidos, pero no eliminados. Esto explica las acciones impulsivas, aparentemente sin motivos, de las personas civilizadas que cada tanto salen a la luz. El fanatismo, la exacerbación, el delirio, el apasionamiento o entusiasmo se explican y se relacionan con esta represión que deja latente las emociones primitivas o animales.

La represión por lo tanto, es el factor principal que interviene en el proceso de conformación de las personas “buenas”. Para ser “buenos”, entonces, es necesario reprimir nuestros deseos. Debemos, pues, apagar nuestros instintos, sofocar nuestra fogosidad; suprimir o dejar de lado nuestras pasiones. Esto conduce a la transformación de las personas en animales enfermos, que son incapaces de ser plenamente felices.

La liberación de estas cadenas que oprimen nuestros deseos instintivos pondría en riesgo a la sociedad tal como la conocemos. Sin embargo: ¿no es mejor perder el miedo a la libertad y entregarnos a los placeres, que seguir obedeciendo a la moral de esclavos que nos limita la existencia?

2 comentarios:

  1. Hombre Ivan, has pensado que si nos dejamos llevar por el instinto no habría justicia más que para unos pocos, los fuertes y los astutos. Como las fieras, los fuertes viven y los delicados mueren, eso quieres?
    Está bien que eso quieras, pero recuerda que “tú también puedes sufrir en ese campo de cultivo”, puedes tener una hija enferma, o enfermar tú…y después qué?
    Sabemos que hay personas en EEUU que han votado a favor de la pena de muerte y luego han sido ellos mismos los que han estado en el corredor de la muerte. Esto es un claro ejemplo que lo que apoyamos y lo que estamos dispuestos a defender, ya que se puede volver contra nosotros.
    Un mono en la selva se lleva la mejor parte cuanto más fuerte y joven es. Se hace con todas las hembras para hacer sexo cuando le place y con la que le place. Es decir, él es el único que puede “disfrutar” (los demás no), y las hembras son violadas siempre que él quiera, puesto que sino puede incluso matar a la hembra y como es la libertad…pues a fastidiarse.
    El león no trabaja, solo copula. La leona mata las victimas arriesgándose entre unas cuantas para poder hacerlo y el león come el primero y ellas comen los despojos que él deja. Eso lo hace porque ese sabe el más fuerte y puede hacerlo. Eso es lo que quieres?

    Yo no. Yo creo que el hombre nace con instintos, buenos y malos. Pero nace con algo maravillosos que es su raciocinio y si consciencia. Sólo tengo que pensar un poquito para darme cuenta de lo que quiero, quiero lo mejor para mí…por tanto también quiero lo mejor para todos. Te aseguro que es mi propio egoísmo hecho prioridad, me explico:
    Si yo te piso…tu me pisarás dos veces a mi o una pero más fuerte. Luego te pisaré más fuerte y además te daré un empujón, tú me darás mucho más fuerte y además el empujón conseguirá que me caiga y me lesione, y así sucesivamente. Entonces antes de pisarte…si ya se esto que te digo, puedo cambiar mi comportamiento y hacer dos cosas.
    1º, no hacer nada de daño a nadie (cosa que recomiendo cuando pensamos en hacer algo malo).
    2º, hacer lo contrario de algo dañino para cambiar el ciclo, como es…exactamente lo contrario. Es decir, dar un abrazo, una sonrisa o una agradable palabra a todo aquel con quien nos encontremos, puesto que es eso lo que nos van a devolver. Iván, funciona lo mismo lo bueno que lo malo, ¿Ya lo habías pensado?... tú qué quieres?

    Si quieres ver maldad…da patadas, roba, engaña, y ultraja por tu egoísmo, eso es libertad.
    Pero si eres humano y quieres que se te respete lo mismo que a otro cualquiera…has de respetar tú primero.
    Cuando vemos que no estamos solos en el mundo y somos capaces de pensar “también en los demás”, esto es lo que nos separa de las fieras instintivas.
    Saludos

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  2. Hola Iván. Dos cositas.

    La primera es una pequeña boludez, y es que me hace ruido "lucharon por desocultar las profundidades de la mente". La palabra desocultar no sé si va mucho con Nietzsche en cuanto a su enfoque gnosciológico. Yo pondría algo más como que mostró la inconsitencia de las "verdades" que explicaban el actuar humano.

    Lo otro, tiene que ver con el psicoanálisis en sí. Hay una idea de Deleuze, que criticando al psicoanálisis, muestra su carácter sacerdotal en cuanto a la idea de "eterno deudor". La idea que incorpora la figura del Sacerdote es la invención de que los hombres están ligados a una deuda infinita. Una deuda que los vuelve tristes, los llena de angustia, y los aleja de toda potencia. Me parece que la idea de la inexorable neurosis que sufre el hombre, y el malestar en la cultura, generan algo muy similar. Generan discursivamente a un hombre apaciguado y entristecido y lo lleva a la no realización de muchas de sus potencias.

    Acá te dejo el video de Deleuze donde habla un poco de eso. Está bastante bueno.

    http://www.youtube.com/watch?v=Hg5ZEnVGkO4

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