El poder de la voluntad es superior a la voluntad del poder de hacernos perder la voluntad.

La vida en si misma no tiene sentido ni valor ni finalidad, solo nosotros a lo largo de nuestra existencia le brindamos un sentido, le damos un valor y le asignamos una finalidad. Todo lo que nos dicen que debe ser la vida, carece de "valor y sentido"; la vida debe ser lo que elijamos que sea.

miércoles, 14 de julio de 2010

El amor libre

El término amor libre, también conocido como unión libre, nace a finales del siglo XIX y forma parte de las ideas libertarias del anarquismo, aunque también tuvo defensores anteriores y posteriores que no se identificaron con esas ideas. Según la concepción anarquista, todo acuerdo libre entre personas adultas es un compromiso legítimo que debe ser respetado por quienes lo suscriben así como por terceros, por lo tanto las relaciones sentimentales y/o sexuales no necesitan ningún permiso o autorización expresa del Estado, ni ningún compromiso religioso. La locución amor libre también puede referirse al derecho a la libre elección en el amor o en la sexualidad, y también se asocia con el derecho a elegir a pareja sin distinción de orientación sexual.

Esta concepción choca totalmente con la estructura del Derecho civil, es decir con el matrimonio, porque se considera que éste no es otra cosa que un contrato (carente de sentido para una vida libre) que se realiza para establecer derechos y obligaciones por parte de un tercero; los que adhieren al amor libre rechazan esta figura jurídica ya que consideran que el amor es un compromiso mutuo y voluntario e incluso en caso de ser elevado a contrato ni el Estado y ningún ente exterior a los interesados tiene injerencia alguna en él, frente al derecho estatal el amor libre antepone el derecho conmutativo; La unión por libre consentimiento y la desunión libre (sin ningún tipo de limitación legal-cultural).
El amor libre ha llegado a confundirse muchas veces con la ausencia de cualquier responsabilidad o compromiso en el amor y en las relaciones sexuales. Lo que se enfatiza en las diferentes concepciones de amor libre es que las relaciones amorosas y/o sexuales deben ser libres pero a la vez responsables, es decir tomadas en un estado de conciencia lúcida y asumiendo las consecuencias de los actos.

En unos casos designa una forma de convivencia voluntaria basada en el afecto y el respeto mutuos, ya se trate de una relación a corto o a largo plazo. También se refiere a la unión de más de una persona y no discrimina sobre el tipo de unión (heterosexual, homosexual, bisexual, poligamia, etc.). El amor libre implica una revolución sexual, que puede resumirse en la famosa frase “prohibido, prohibir” en cuestiones sexuales. El encuentro sexual ocasional, siempre que sea consensuado y responsable encaja dentro de esta visión. Pero se opone con fuerza a toda forma de coerción o de opresión y al machismo, por esto se opone a las violaciones y a todo tipo de relaciones no consentidas mutuamente.

Consideremos una visión anarquista sobre el tema:

Contra el matrimonio por compulsión hemos levantado la bandera de la unión libre. Estamos convencidos de que al abolir el matrimonio religioso, civil y jurídico, restauramos la vida, la realidad y la moralidad del matrimonio natural basado exclusivamente sobre el respeto humano y la libertad de dos personas: un hombre y una mujer que se aman.(todavía no estaba difundido el tema de la unión homosexual) Estamos convencidos de que al reconocer la libertad de ambos cónyuges a separarse cuando lo deseen, sin necesidad de pedir el permiso de nadie para ello - y al negar de la misma forma la necesidad de cualquier permiso para unirse en matrimonio, y rechazar en general la interferencia de cualquier autoridad en esta unión - los unimos más el uno al otro. Y estamos convencidos también, de que cuando ya no exista entre nosotros el poder coercitivo del Estado para forzar a los individuos, asociaciones, comunas, provincias y regiones a convivir en contra de su voluntad, habrá entre todos una unión mucho más estrecha, una unidad más viva, real y poderosa que la impuesta por el aplastante poder estatal. Mijaíl Bakunin, La mujer, el matrimonio y la familia

El principal motivo que me impulsa a oponerme a la imposición de la monogamia que nos sujeta a un compromiso es que: el amor a una persona generalmente es efímero, dura un periodo (mas o menos largo), no es para siempre, cuando quedamos prisioneros debido al “amor” que sentimos por una persona, no estamos condenados a cadena perpetua, podemos librarnos de las bellas “cadenas” que nos sujetan a esa persona en cualquier momento. El amor a una persona en raras ocasiones es eterno. Podemos amar a varias personas y ser prisioneros de distintos amos por lo tanto. También podemos amar a alguien y simultáneamente desear sexualmente a otra persona. Hay diversidad de situaciones y sentimientos; por esto considero entupido encadenarse a alguien, el Estado y la iglesia defienden esta forma de opresión, pues esta dentro de sus intereses luchar en contra de la libertad de elección. Pues la revolución en el amor o revolución sexual posiblemente va de la mano con la revolución social. Es por eso que los sectores reaccionarios le temen.

Comprometerse con alguien es cerrar la puerta a otras posibilidades. Estas otras posibilidades pueden brindarnos mayores satisfacciones que la persona con la que estamos comprometidos. El amor libre quiere dejar todas las puertas abiertas ¿Qué nos garantiza que la persona con quien estamos es el amor de nuestras vidas? solo la fe irracional puede llevarnos a creer que encontramos nuestra “otra mitad” en un mundo con infinito posibilidades y personas.

El amor libre es la superación del amor esclavizante y la soledad. El primero quita toda la libertad y el segundo no nos satisface y nos hace sentir incompletos como seres humanos. El amor libre nos permite conservar la libertad de la soledad y los beneficios de la compañía de un ser querido (contención emocional, sexo en sus diversas variantes, posibilidad de procrear, etc...). El amor libre no se opone a las relaciones largas y estables, ni, necesariamente, a la familia. Pero si se opone al patriarcado autoritario, forma de la mayoría de las familias, y al matrimonio civil y religioso.


Sin embargo, muchos que no defienden los intereses capitalistas se oponen al amor libre. Esto es difícil de explicar, pero tengo algunas hipótesis ; El miedo a la libertad es para mi la causa de la necesidad de encadenarse a otra persona; considero que muchos necesitan sujetarse a algo firme y duradero, pues temen lo inestable y a las incertidumbres; ya que sueltos nos perdemos en el infinito mar de posibilidades que nos brinda la libertad en este mundo que se ha vuelto infinito, puede ser que sino no nos sujetamos a algo estamos expuestos a que nos lleve la corriente por desconocidos y peligrosos caminos, llevándonos a ahogarnos y perecer en este profundo mar. ¡Estos son los temores de los débiles y mediocres! pero merecen cierto respeto, pero lo que no merece respeto ¡son sus entupidos prejuicios! ¡Luchemos por el respeto al amor libre y por la difusión de esta poderosa idea y forma de relación social revolucionaria!

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