El poder de la voluntad es superior a la voluntad del poder de hacernos perder la voluntad.

La vida en si misma no tiene sentido ni valor ni finalidad, solo nosotros a lo largo de nuestra existencia le brindamos un sentido, le damos un valor y le asignamos una finalidad. Todo lo que nos dicen que debe ser la vida, carece de "valor y sentido"; la vida debe ser lo que elijamos que sea.

martes, 29 de diciembre de 2009

Sueños de libertad de un anarquista.

Sueño un país que ignore el sufrimiento,
en el cual nadie de soledad padezca
y los corazones se atrevan a la esperanza
sin que un manto oscuro sus deseos ennegrezca.

Un país ignorando lágrimas y tristezas,
donde el bienestar desplace a los tormentos,
sueño un país que ignore el sufrimiento,
en el cual se pueda vivir con entereza.

Sueño un país en el que todo hedor de miseria
sea imposible; donde ni hambre ni frío
nadie deba sufrir; en el cual libre, plena,
brillante, la vida se pueda finalmente vivir.

Sueño un país donde la ciencia fecunda
genere en todos un deseo noble y hermoso:
el deseo de saber, sin que, pesado y gravoso,
ningún límite confine el vuelo de la mente.
Sueño un país donde sin diferencia alguna,
sin el fin grosero del oro y los honores,
bajo el único estímulo del acuerdo común
se vean cumplir las más diversas labores.

No es en el cielo donde ese país se encuentra.
Es en nuestro mundo, lleno de errores y prejuicios,
y del que quisiéramos huir hacia otra meta,
es sobre este mundo amargo donde su fundación espera.

Es entre los cansados de demoras y enredos,
entre los decididos a actuar aquí y ahora
que brillará, radiante, el sol de nuestros sueños
siempre que nuestra voluntad se funda en una sola.

*Emile Armand

viernes, 18 de diciembre de 2009

Nihilismo

Nihilismo: falta la finalidad; falta la respuesta al “¿para qué?
¿qué significa el nihilismo? -que los valores supremos se desvalorizan.

Él es a m b i g u o

Puede ser un signo de fortaleza: la fuerza del espíritu puede haber crecido de tal manera que sus finalidades preexistentes (“convicciones”, artículos de fe) son inapropiadas.
El nihilismo como fenómeno normal puede ser un síntoma de creciente fortaleza o de creciente debilidad, puede ser,
en parte, que la fuerza para crear, para querer, ha crecido hasta el punto de no requerir más de estas interpretaciones totalizantes e engaños metafisicos de sentido . (nihilismo activo)

Pero por otro lado puede ser, un signo de fuerza insuficiente para asignarse ahora nuevamente de modo productivo una meta, un “¿para qué?”, una fe. Este seria el nihilismo pasivo, que se relaciona con la debilidad y la frustración. Es la consecuencia de la aparición del pesimismo.
La fuerza del espíritu puede estar fatigada, agotada, de forma que las metas y valores hasta ahora existentes resultan inadecuados y ya no encuentran ningún crédito, la decadencia genera la descomposición y la perdida de valor de la vida.
incluso la fuerza creativa que genera sentido cesa y la desilusión se vuelve el estado imperante. La incapacidad de creer en un “sentido”, la “falta de fe” reinan entre los nihilistas pasivos.
¿Qué significa la ciencia en relación con ambas posibilidades?
1) Nihilismo activo: como signo de fuerza y autodominio, como poder-prescindir de mundos ilusorios dispensadores de consuelo y salvación
2) nihilismo pasivo: como destructora de las creencias que hacían soportable la vida, crece el sentimiento de desilusión, la ciencia tiene un efecto debilitante. La fe en la verdad esta en descomposición, no hay bases firmes sobre las que pararse para poder construir.

-la falta de fe: ¿En que medida la falta de fe adquiere nuevo valor; si no existe en absoluto un mundo verdadero?

El mundo pierde su sentido , su fin, por lo tanto pierde su valor y Al volverse el hombre más pobre y no estar ya mas en posesión de la fuerza para interpretar; es decir al no tener la fuerza de crear ficciones, aparece el nihilista. Un nihilista es un hombre que juzga que el mundo tal y como es no debería ser, y que el mundo tal y como debería ser, no existe. Por consiguiente, existir (obrar, sufrir, querer, sentir) no tiene ningún sentido.

Esto sucede como consecuencia de la perdida de valor de las verdades eternas, la perdida de fe en dios y la moral de esclavo que nos impusieron. Pero la moral ha protegido a la vida contra la desesperación, contra el hundirse en la nada entre los hombres y las clases brutalizadas y oprimidas por otros hombres: pues el sentimiento de nuestra impotencia frente a otros hombres y no frente a la naturaleza es lo que engendra la amargura más desesperada contra la existencia. La moral ha considerado a los que detentan el poder y ejercen la fuerza, a los «señores» en general, como los enemigos del hombre común, de los cuales hay que protegerlo, es decir, en primer lugar animado y fortalecido. Por consiguiente, la moral ha enseñado a odiar, a despreciar en lo más profundo del alma lo que constituye el rasgo distintivo de los señores: su voluntad de poder. Suprimir, negar, derruir esta moral: esto sería proveer al impulso mejor odiado de una sensación y de una valoración inversas. Si el que sufre, el oprimido, dejase de creer que tiene un derecho a despreciar la voluntad de poder, se precipitaría en una desesperación desesperanzada. Se daría este caso si ese rasgo fuese esencial para la vida si se comprobase que incluso esta voluntad moral no es más que una máscara de la «voluntad de poder», que este odio y este desprecio mismos son también una voluntad de poder. El oprimido se daría cuenta entonces de que está situado en el mismo nivel que su opresor y de que no goza frente a él de ninguna prerrogativa, ni tiene un rango superior.

la moral ha enseñado la resignación, la humildad, etc. Suponiendo que esta fe en esa moral sucumbiera, los mal-librados, privados de consuelo, sucumbirían.
Este sucumbir se presenta como una autodestrucción, una selección instintiva de aquello que tiene que obrar la destrucción. Síntomas de esta autodestrucción de los mal-librados: la autodestrucción, la intoxicación, la embriaguez, el aniquilamiento por el sacrificio, y sobre todo la necesidad instintiva de realizar unos actos con las cuales se hace de los poderosos enemigos mortales (-criándose, por así decir, sus propios verdugos), la voluntad de destrucción, expresión de un instinto más profundo aún que el instinto de autodestruirse: la voluntad hacia la nada.
El nihilismo es el síntoma de que los que estaban sometidos (esclavos de la moral, el capìtal y la religión) han perdido toda posibilidad de consuelo; de que destruyen para que se les destruya; de que, privados de la moral, ya no disponen de ninguna razón para «resignarse»: de que se sitúan en el plano del principio contrario y quieren, también ellos, ejercer el poder obligando a los poderosos a convertirse en sus verdugos. Es el resultado de que sus vidas ya no tienen sentido y por la tanto buscan darle sentido mediante una revolución que los lleve al poder. Pues el único sentido de la vida es la voluntad de poder.

No es que la «penuria» haya aumentado: ¡al contrario!: «Dios, moral, resignación, obediencia eran remedios contra un terrible grado de miseria: el nihilismo activo aparece en circunstancias relativamente mucho más favorables. El mero hecho de sentir que la moral está superada y que dios no existe presupone un relativo nivel de cultura espiritual, y éste a su vez presupone un relativo bienestar. Lo que aumento no es la miseria , sino que entro en decadencia la moral de esclavos y aumento el pensamiento critico.

¿Pero existe una solución para este sin-sentido en que se convirtió la vida?

¡No buscar el sentido de las cosas sino introducirlo! ¡ No aceptar metas ni fines , crear fines nosotros mediante nuestra voluntad de bienestar, debemos establecer nosotros fines para la vida, debemos ser creativos , ser los artistas que construyan el cielo en la tierra!
Es esta la salida al abismo nihilista: buscar y crear un sentido para la existencia o perecer por el sin-sentido.



* _ENSAYO BASADO EN LOS TEXTOS DE NIETZCHE QUE TRATAN EL PROBLEMA DEL NIHILISMO

martes, 15 de diciembre de 2009

Recortes de la voluntad de poder

estoy sumergido en las peligrosas aguas de un texto sorprendentemente revelador: la voluntad de poder. aqui expondre algunos recortes de este texto que aun continuo leyendo....

El pesimismo moderno es la expresión de la inutilidad del mundo moderno, no del mundo y de la existencia en general.

CAUSAS DE LA APARICIÓN DEL PESIMISMO:
1) Los instintos vitales más poderosos y más fecundos han sido "calumniados" hasta aquí, de suerte que sobre la vida pesa una maldición.
2) La bravura creciente y la desconfianza más temeraria del hombre comprenden que estos instintos no pueden ser separados de la vida y, por consiguiente, se vuelven contrala vida.
3) Sólo prosperan los mediocres, que no sienten este con­flicto ; la especie superior fracasa e indispone contra ella como producto de la degeneración; por otra parte, nos indignamos contra el mediocre que quiere aparecer como el fin y el sen­tido (nadie puede ya responder a un "¿porqué?").
4) El empequeñecimiento, la facultad de sufrir, la inquie­tud, el apresuramiento, la confusión aumentan sin cesar; la actualización de todo este movimiento, eso que se llama la"civilización", es cada vez más fácil y el individuo "desespe­ra" y se "somete" ante este enorme mecanismo.

¿Qué es lo que ha sido calumniado? Lo que separa a los hombres superiores de los inferiores, el instinto creador de abismos.
_ la mayor injusticia es querer igualar a los mediocres con los creadores luchadores y talentosos.
¿Qué es lo que ha sido divinizado?_ Los instintos de valora­ción del rebaño, la mediocridad (aquello que solo hace la subsistencia po­sible pero no busca la "gran vida" , la plenitud y gran felicidad).

Se acercan los tiempos en que habremos de pagar muy caro haber sido cristianos durante dos mil años: estamos perdiendo el punto de apoyo que nos hacía posible la vida: ignoramos de dónde venimos y adonde vamos. Toma asi protagonismo el nihilimo .................

(la proxima publicacion tratara el tema del nihilimo)

lunes, 7 de diciembre de 2009

Los mediocres.

Los mayores enemigos de toda posible emancipación de la humanidad son los mediocres.
Por mediocre entiendo a todo los seres humanos que creen que son libres, pero son esclavos, que creen que eligen, que son “buenos” y honrados, pero en realidad son los que impiden la sinceridad, la honradez y la bondad. Se caracterizan por su indiferencia, por huir de los problemas, por su cobardía, su gran ignorancia y su falta de voluntad por luchar por un mundo mejor.
Son inconscientes de su mediocridad, de que son enemigos de toda revolución. Es que ni siquiera son concientes de por que son lo que son.
Son esos seres que parecen buenos, obedientes, trabajadores y que no molestan a nadie. Pero el no “molestar a nadie” es lo que los hace tan peligrosos, pues estas características se transforman en un velo que cubre su potencial contrarrevolucionario, es su insignificancia lo que impide ver que son enemigos de los grandes luchadores que siguen los caminos de la libertad.
Los mediocres piensan que tienen libertad, pero en realidad le tienen miedo a la libertad, no incomodan, pero son un gran obstáculo, que actúa como barrera para todo ser que busca alcanzar la liberación. Se conforman con lo que tienen y no tienen grandes pretensiones. Son, en síntesis, los mejores aliados de las clases dominantes y explotadoras y estas clases se dieron cuenta de esto, por eso promueven la mediocridad por lo medios de comunicación (además de utilizar otros medios mas sutiles).
Hacen lo que se “debe hacer, dicen lo que esta bien decir, son ubicados, moralmente correctos, no se “meten en cosas raras” y no se preocupan por lo que no hay que preocuparse, es decir son obedientes y sumisos a lo que establecen los poderosos y nunca se rebelan.
Los mediocres “no pinchan ni cortan” aparentemente no hacen mal nadie, no se meten con nadie, no buscan problemas, no critican, no se meten en política. Se ocupan de sus asuntos y no se meten en lo de los demás. Están resignados y “felices” con su vida insípida. En resumen son las ovejas obedientes que dan su lana a sus pastores y solo piden seguir viviendo sin más ambición que continuar con su mediocre vida y su lamentable bienestar. Creen que aman y son amados ¿pero que saben en realidad de amor los mediocres?
Pero estos seres deberán perecer para que nosotros, los sedientos de libertad, podamos florecer. Cuando digo perecer no me refiero a que deben dejar de vivir, solo me refiero a que deben estos seres dejar de ser mediocres. Es decir deberán dejar de ser lo que son para poder ser libres ellos y nosotros. ¿Después de todo, quien de nosotros alguna vez no fue un mediocre o acaso nacimos críticos y sedientos de la búsqueda por la emancipación? ¿Acaso no estabamos en la caverna y un dia de casualidad encontramos el camino que nos guio hacia la "luz"?
Debemos tomar medidas para que los mediocres dejen de existir en sus contrarrevolucionarias condiciones, para así unirlos a la lucha por la liberación de la humanidad. Debemos luchar por apagar su frialdad y conformismo, despertando así la disconformidad, el malestar oculto, las grandes pretensiones y reivindicaciones, la critica con vistas a la emancipación, etc. Debemos promover y actuar con vistas a derrotar a nuestro peligroso enemigo: la mediocridad. Esta lucha no debe tener compasión, deberá ser tan despiadada o mas que la que ponen en practica las clases dominantes para mantener su poderío. Debemos utilizar todas las herramientas que estén en nuestra disposición para acabar con la mediocridad o nosotros/as nos convertiremos en unos repugnantes mediocres.